Pero lo que oro parece plata no es, como bien dice el refrán. Y es que, buscar en alguna tienda de importante prestigio como son Fnac y Elkar nos hace ver la otra cara de la moneda en la venta de libros electrónicos. El precio, ronda entre los 200 y los 300€. Presentan el producto como un aparato con una gran autonomía de batería, ecológico, interactivo, que no daña a la vista, y que nos ofrece una adaptación de fuente y cuerpo de letra. Características que hacen que el e-reader de Fnac vaya perdiendo puntos y se convierta en meras esperanzas de futuro. Es un producto que todavía tiene que encontrar su verdadero formato y una vez hecho esto, comenzará a venderse y a crear aceptación entre sus usuarios. Tal es así, que Ibai Olviar, trabajador de Fnac, afirma: “dicen que son el futuro, pero no lo tengo muy claro. La gente es un poco reticente a cambiar”. Palabras de un trabajador que ve día a día que a esa industria le está costando progresar. Y lo que es aún mas importante, le esta costando la aceptación entre la sociedad.
Los libreros son conscientes de que la necesidad de avanzar ha llegado, pero se trata de un proceso que ira paulatinamente creciendo. Por ello, Mikel, responsable de la edición en euskera de la editorial Txalaparta y Paco Zuberogoitia, vendedor de Elkar¸ coinciden al afirmar que las grandes firmas y algunos de los medios de comunicación están exagerando los resultados. Intentan hacer ver a la gente que es un mercado hecho pero todavía falta por pulir. Han creado un boom más mediático que real, porque a efectos de números de venta, solo se ha producido un aumento durante la etapa navideña como Ibai Olivar nos afirmó.
Otra de las características de los e-reader es que son mecanismos que pueden albergar una biblioteca en su interior. Es decir, el libro electrónico es la publicación cuyo soporte no es el papel sino un archivo electrónico. El texto se presenta de una manera digital y se puede almacenar en un CD o en Internet. Es un recurso que permite incorporar elementos multimedia como vídeos, audio y en el caso de Internet, posibilita enlaces a otras páginas de libros digitales en la red.
Es así por lo que una de las principales librerías en Bilbao, Elkar, no ha querido quedarse sin ellos. Elkar presenta los e-books como una forma confortable de lectura. Gracias a la cual se pueden descargar instantáneamente. Es necesario un click para acceder a los libros, www.elkar.com. Los venden como un e-reader que se convierte en una biblioteca portátil, en la que puedes almacenar más de 1.500 libros, cosa que era impensable hace unos años. A través de su página Web Elkar nos ofrece la posibilidad de poder escoger el libro electrónico que deseemos. Cuando se realiza la compra de alguno de estos aparatos el libro electrónico viene con 500 clásicos, gratis, y con 10 novedades.
El precio estipulado para estos aparatos, según afirma Paco Zuberogoitia vendedor de Elkar, es una inversión a largo plazo. “La gente desconfía de los aparatos nuevos. Piensan que pueden sacar algo más nuevo todavía. Es algo como muy nuevo y desconfían. En algún momento se dará el salto, las editoriales se digitalizarán también y convivirán por lo menos en unos años los dos formatos. De hecho, creo que ahora si hay espacio para los dos formatos”, asegura Paco. “Actualmente se han vendido más aparatos que libros”, nos comenta. Pero sin embargo los clientes no lo compran en las tiendas habilitadas sino que se lo descargan de su página Web.
Con la venta de estos aparatos las librerías saldrían perdiendo. Aunque las editoriales han dicho que van a comercializar el libro electrónico, vendiéndolo dentro de las librerías. Evitando, de esta forma, que la venta se exclusiva en Internet. Impidiendo que Amazon se establezca con un monopolio.
En cuanto al País Vasco la venta de libros electrónicos aumentará paulatinamente. Mikel, el responsable de la editorial en euskera de Txalaparta, comenta que la cuestión de la venta de libros es en qué proporción y a qué velocidad. “Si este año yo vendo un libro electrónico y el año que viene dos, puedo decir que he doblado las ventas, pero es ridículo decirlo. Aun así, me atrevería a decir que, como mínimo, tendrán que pasar cinco o siete años para hablar de un volumen de ventas significativo”, asegura Mikel.
Los libros en Euskera no se van a quedar al margen de este progreso. Y es que, Elkar tiene un catálogo digitalizado en Euskera. Incluso, Paco afirma que están mucho más adelantados que en castellano. Mikel dice que son el futuro y, como ha pasado con todos los ámbitos de las nuevas tecnologías, tendrá también su desarrollo en euskera. Los libros que actualmente se ofrecen en versión electrónica son libros que no tienen patente, son libros clásicos. Es decir, si nosotros queremos acceder a un libro que es novedad, no podemos porque todavía no han salido en formato electrónico.
Pero para poner de manifiesto que hay una incorporación de la digitalización a la agenda estratégica del sector editorial español y su gran capacidad de innovación, el grupo de trabajo sobre el libro electrónico, perteneciente al Observatorio de la Lectura y el Libro, presenta el incremento de los datos de edición electrónica registrado durante el año pasado en España, alcanzando un total de 12.514 ISBNs registrados. Esto ha implicado que aumente casi en un tres por ciento la producción editorial española.
Por todo ello la opción para leer libros en un futuro serán los aparatos electrónicos. Actualmente se tienen que mejorar hasta que encuentren el formato definitivo. De momento tiendas importantes en el País Vasco como Elkar y Alberdania ya han empezado a comercializar libros electrónicos, incluyendo los libros en Euskera. Poco a poco, se normalizarán estos productos y será como un aparato más en nuestros hogares.
Amazon, el pionero
El primero en destapar la caja de Pandora de este entresijo fue Amazon. Con su dispositivo lector Kindle. En 2005 Amazon adquirió la empresa Mobipocket, poniendo en marcha la producción de obras digitales. Por fin, en 2007, lanzaban el dispositivo mencionado anteriormente, con el que conseguirían todos los incrementos. Gracias a este libro electrónico, se podía disfrutar de los betseller pertenecientes a las principales figuras de la literatura actual.
Este liderazgo hizo que pudiese determinar las propias reglas del juego, haciendo que solo se pudiesen leer en su e-reader los títulos elaborados para esos aparatos, y se obligaba a las editoriales a pactar un precio uniforme de 7,20€ para la mayoría de las novedades. De esta manera Amazon conseguía el 50%, mientras que el resto se repartía entre el editor y el autor.
Pero no todo ha sido facilidades para Amazon, ya que Apple ha decidido entrar en el mercado lanzando su iPad, obligando a Amazon a ser más flexible y a modificar algunas de sus condiciones. Apple hace que las editoriales decidan el precio de sus e-books a pesar de que reduce su beneficio hasta el 35% únicamente. A pesar de que con su aparato, que no posee tinta electrónica, la vista se estropee antes al leer 300 páginas. Pero no sólo Apple es el que ha decidido entrar, hay muchos otros capaces de establecer una dura competencia para la empresa Amazon como Sony o Google, el cual lanzará su servicio de venta de libros en mayo.
Un ejemplo de engaño del boom mediático
Mikel, el editor de Txalaparta, asegura que el boom solo se establece en el ámbito de los medios de comunicación. Tal es así que hizo referencia a una anécdota que había vivido. Hace poco, nos comenta, una de las personas que más conoce el tema de los libros electrónicos aseguró que el 90% de lo que se publica es mentira. Se trata de una percepción que no solo tiene ese experto, sino que también poseen Mikel, Ibai y Paco.
Un sencillo ejemplo de eso se produjo cuando Mikel se encontraba en la pasada edición de la feria del libro de Frankfurt. El País publicó una página titulada: “El libro electrónico conquista Frankfurt”. Pero Mikel, que ya llevaba día y medio en la feria, todavía no había tenido la oportunidad de encontrar uno de esos pequeños aparatos. No había visto ni una pequeña mención en los stands que tenían las editoriales. “Al fin, en el pabellón de Alemania, encontré una esquinita no más grande que un bar con distintos modelos de lectores. Nada más”, asegura Mikel.
Esto refleja que este sector tiene todavía un largo trayecto por recorrer. Perfeccionar el aparato con el que vamos a poder leer los libros. Y dar confianza a los usuarios para que lo compren. Hasta entonces solo nos encontraremos ante un prototipo de libro que intenta buscar su sitio dentro de este siglo XXI.